Pues sí, el madrugón del domingo ha valido la pena, por la compañía de todas las personas que han trabajado para llevar a cabo este evento y por la alegría de ver cómo los niños disfrutaban y se interesaban por la historia a través de los juegos y talleres que se habían organizado.
Aun no tengo muchas fotos, así que pongo de momento la paradita del taller del casco montefortino antes de que llegaran los nenes y un visitante inesperado, peludo y adorable ;)
Con el fin del domingo, solo me queda desearos una buena semana a todos.