viernes, 22 de julio de 2016

Viaje sorpresa a Milán

¡Hacía eones que no publicaba nada en este blog!

Pues ésta es una entrada de turisteo: de turisteo por Milán. Nos puntamos a Waynabox para hacer un viaje misterioso el puente de San Juan, y oye, ¡eso de no saber dónde vas hasta dos días antes produce una emoción y unas cosquillitas en el estómago muy divertidas!


Pues eso, Milán,. Miramos un poco qué había para conocer allí, preguntamos a amigos, y planificamos algunos sitios que visitar, que oye, 3 días dan de sí, pero tampoco pidamos milagros. El Duomo, la estación de tren reconvertida en centro comercial, el Museo Arqueológico, el Palazzo... y lo que surgiera de pasear por allí.

Casi que prefiero contar la escapada de anécdota en anécdota.

La primera tontuna, nos costó un buen rato entender como funcionan los billetes de metro. Acostumbrados a las T-10 multipersonales de Barcelona, buscábamos algo similar, pero allí todo es unipersonal.

En el Duomo ofrecen una entrada combinada para visitar, durante 72h, el Duomo, la zona arqueológica, la terraza y el museo del Duomo. En realidad es genial, porque no lo tienes que ver todo el tirón, lo hicimos en 2 días. Y el museo valió mucho la pena, solo por la maravillosa maqueta de la iglesia.

Para entrar en la catedral, las mujeres deben ir cubiertas (no entraré en detalles sobre lo que eso me parece), y como yo llevaba tirantes, gruesos, pero tirantes, me tuve que tapar. Y usé el palestino de Ruben como supercapa, con las risas de éste. "¿Sabes que te lo puedes poner como pañuelo, no?" "Ya, pero así es más divertido".

Lo primero que hice en el Duomo fue hacerme una foto con el suelo. Porque habían baldosas con los horoscopos. Y oye, que a mí esto de los horóscopos me parece muy divertido, sobre todo en una iglesia, que como os podeis imaginar, poca relación tiene el cristianismo con los horóscopos (de origen babilónico, parece, por lo poco que he mirado).

Impresionante, el Duomo me pareció impresionante, y nos encantamos con una escultura que es, en realidad, muy creepy, de un señor al que se le marcan todas las fibras, músculos y venas, por que se ha arrancado toda su piel, sin romperla ni nada, y se ha envuelto con ella a modo de chal-taparrabos (porque claro, luego tiene frio). Resulta que es la estatua de San Bartolomé, de Marco de Agrate, y de verdad, nos planteamos si sería muy dificil colarla en la maleta de vuelta. Maravillosa.



  
Luego quisimos seguir por la zona arqueológica (es lo que tiene ir a cualquier sitio conmigo, que me dicen arqueología y pierdo el Norte). Pasé yo, con el código de barras de la entrada, pero Rubén no pudo. Así que me quedé esperando por la parte de dentro de la barandilla, y él fue a pedir ayuda. Pues en ese ratito vino un montón de gente a preguntarme cosas del Duomo. Que dónde estaba el ascensor. Que cómo se entra a la zona arqueológica. Que porqué no le funciona la entrada. ¿Recordáis que iba con el palestino supercapa, no? Pues eso, que no sé a santo de qué pensaron que trabajaba allí. Entonces se acercó una señora argentina y me dijo "Oye, ¿cuando has entrado has dicho algo de los horóscopos" "Sí, mire, las baldosas tienen los dibujos de los horóscopos" "¿Y cómo lo sabes?" "Bueno, tiene un dibujo muy característico con las fechas de inicio y final de cada signo." "Ah, ¿y estará el mío?" "Pues supongo" Ahí ya vino Rubén y bajamos al yacimiento.


Al bajar al baptisterio paleocristiano, Rubén me dió la cámara. "Toma, vuélvete loca" y nadie supo de mi la siguiente hora, pero dejé cientos de fotos para el recuerdo XD



 Por la tarde, después de comer, subimos a la azotea del Duomo. En ascensor, por supuesto, que al igual subo yo esa cantidad ingente de escaleras XD. Os recomiendo que no lo hagais a esa hora, que el sol de las 4 de la tarde es mortal... Eso sí, las vistas, maravillosas.




 




Un cosa que nos pareció muy curiosa es como los balcones y terrazas de Milán, pero de casi toda la ciudad, se convierten en bosques o selvas tropicales. De verdad, hasta pinos tenían algunos.

Viajamos en tranvía, porque me encapriché ^^ Y nos dimos cuenta que el transporte público sólo lo pagamos los turistas...

Descubrí con agradable sorpresa que mi inglés no es tan nefasto como pensaba ^_^

El Museo arqueológico me encantó. Para variar. Aunque me enfadé un poquito cuando nos encontramos cerrada la sala de Grecia. Pero luego nos la abrieron y todo bien ^^

 
El último día, una señora que debía estar aburrida de la vida se sentó con nosotros fuera de una heladería, y me preguntó nosequé. Yo le dje que no le entendía, y al ver que éramos turistas, nos pregunto que de dónde éramos. "De Barcelona". Y empezó a rayarnos con que España era muy bonita, que no había ido nunca, pero que la había visto en fotos y que era muy bonita, y que le gustaba mucho Madrid, que si íbamos a menudo, y nosotros "no, nos queda lejos" "Ah pero ¿dónde está Barcelona? Bueno, da igual, España es bellísima, porque la he visto en fotos, pero no he ido, pero es bellísima" Total, que cuando ya me salía la conversación por las orejas, porque intentar entender a alguien  que ni conoces, ni habla tu idioma, ni tiene idea de lo que está hablando cuando una está cansadísima intentando descansar comíendose un helado, pues como que no apetece.

Los vendedores callejeros son super agresivos. Llegan, te ponen una pulsera en la muñeca, tú intentas quitar la mano, "que no, que no", "es un regalo", y ya te la ha atado, y luego "dame algo". Con los vendedores de rosas igual, solo que aquí es más fácil devolver el producto cuando te lo encasquetan.

El museo del Duomo, solo por la maqueta gigante de la catedral, merece muchísimo la pena. De verdad. La colección de estatuas que lo complementa es también maravillosa.

Hablando de las estatuas y figuras del Museo del Duomo, estoy convencida de que una de las grandes caras que representa al Dios cristiano es un expolio y reutilización de una representación de Zeus. De verdad, mucho trazo griego le veo...

Las cafeterías con gatitos son el bien supremo. De verdad. Maravillosas. Rubén no me dejó llevarme a una gatita tuerta preciosa y amorosa... No tenía pasaporte...


Seguro que me dejo mil cosas, pero bueno, en definitiva fue un viaje divertido con el que desconectamos un poco, con el añadido de la emoción de no saber a dónde íbamos hasta 2 días antes ^^

 

 


 
 
 

 


 


 
 
 

 
 





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